OBISPOS DE
LAS DIÓCESIS DE ANDALUCÍA
Acerca del
proyecto de ley que regula la investigación en reprogramación celular con
finalidad exclusivamente terapéutica
En el
transcurso de nuestra CVI Asamblea Ordinaria, los Obispos de las Diócesis de
Andalucía hemos dedicado especial atención al Proyecto de Ley que regula la
investigación en reprogramación celular con finalidad exclusivamente
terapéutica, aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía el día
12 del pasado mes de septiembre.
Al concluir
nuestra reunión, consideramos necesario recordar algunos principios
fundamentales que tutelan el derecho a la vida de toda persona, desde su
concepción hasta su muerte natural, y el deber que incumbe a todos de promover
leyes justas.
Una vez más,
reiteramos la necesidad de la investigación científica a favor de
la humanidad.
Al mismo tiempo, señalamos los problemas éticos que plantea
este proyecto de ley, e insistimos en la necesidad de seguir caminos de
investigación que no atenten contra los derechos inalienables de la
persona.
1. Alentar
la investigación científica que abra caminos terapéuticos para el bien de la
persona es un gran beneficio para la humanidad. Pero en cada
investigación e inversión que se realice con el fin de conservar y mejorar la
calidad de vida de los seres humanos, debe regir el respeto a su inviolable
dignidad, a sus derechos inalienables y, sobre todo, el derecho a la
vida.
2. El
término «reprogamación celular por transferencia nuclear» es un término amplio,
pues hace referencia a posibles técnicas de producción de células madre. No
todas las posibles técnicas son en principio rechazables. Sin embargo, en el
proyecto de Ley es usado para abrir la puerta a la llamada «clonación
terapéutica», es decir, producir seres humanos clónicos a los que, además, no se
les dejará nacer, sino que se les quitará la vida utilizándolos como material de
ensayo científico a la búsqueda de posibles y poco probables terapias futuras.
También el término «pre-embrión somático» es ambiguo y carece de base
científica, ya que con él se quiere significar que no nos encontramos ante un
ser humano en su fase embrionaria, sino en algo previo que no merece respeto ni
se le reconoce dignidad.
3. La
clonación «terapéutica» es un atentado a la dignidad, pues subordina el ser
humano clonado al enfermo. Alimenta la idea de que es lícito que algunos hombres
tengan un dominio total sobre otros, hasta el punto de determinar su identidad
biológica. Emula el acto creador para llamar a la existencia a una persona, que
ha de ser destruida y usada como residuo biológico para la extracción de algunas
células madre. Ante esto, tenemos que recordar que ningún ser humano puede ser
instrumentalizado o utilizado para lograr el bien de otro
4. Recurrir
a la finalidad terapéutica es inadecuado e induce a una confusión de la opinión
pública. Efectivamente, una técnica es terapéutica cuando trata de curar al
paciente sobre el cual la técnica es aplicada. En este caso es evidente que la
técnica no produce un efecto terapéutico sobre el embrión clonado, sino que, al
contrario, el embrión obtenido será destruido para la obtención de células
troncales, que podrán aplicarse a un tercero. Igualmente fraudulento es
presentar la clonación como una técnica capaz de obtener actualmente resultados
beneficiosos para enfermedades incurables.
5. Otro
grave problema planteado es la utilización de óvulos humanos para la
investigación, ya que su obtención implica un grave riesgo para la donante, que
pasa por un tratamiento hormonal con posibles consecuencias para su salud y una
mínima intervención para extraerlos. La dignidad de la mujer se ve amenazada al
quedar ésta subyugada y sometida al imperio de la técnica con fines ajenos a
ella misma.
6. Ante los
problemas éticos que plantea el proyecto de ley, nos sentimos en el deber de
manifestar nuestra preocupación y rechazo. Al mismo tiempo, manifestamos la
necesidad de regular la ciencia al servicio del ser humano. Propugnamos una
legislación que impida poner en manos de la ciencia el uso de seres humanos en
atención a intereses reproductivos, terapéuticos o comerciales. Estimulamos la
investigación con células madre de adulto y el empleo de los fondos públicos
para proyectos que no planteen dudas éticas y no abran la puerta a la
desigualdad y a la injusticia.
Córdoba, 17 de octubre de 2006
Fuente:
Zenit, ZS06101711